La primera cita es, sin duda, uno de los momentos clave para impresionar a una posible pareja. Ropa que nos haga sentir atractivos, nuestro perfume favorito, flores o bombones para obsequiar a la otra persona… y una cena o copa en un local que invite al romanticismo.
Si bien es cierto que es una actitud tradicional y conservadora, el hecho de que el hombre se ofrezca para pagar en el primer encuentro es aún hoy considerado por ellas y ellos un gesto de caballerosidad, buena educación y estilo. Pero existen tantas opiniones como personas hay en el mundo.
¿Qué puedes hacer si te encuentras en una situación de este tipo?
Los principales errores ante esto son, si eres mujer soltera, dar por sentado que será él quien pague la cuenta sólo porque es lo “habitual”. Si eres hombre soltero, no caigas tampoco en el error de hacerte cargo de mala gana (y haciendo que se note), sólo porque crees que tienes la obligación. Retirarse el baño en el momento en que el camarero llega con la cuenta tampoco es una “lección de estilo”, y si la otra persona se percata, puedes perder muchos puntos con tu pareja potencial.
Os acabáis de conocer, sois solteros, sin compromiso...entonces sed naturales. ¿Por qué no pagar la cuenta a medias? Si te apetece invitar a la otra persona siempre puedes decir: “la próxima la pagas tú”. De esta forma matarás dos pájaros de un tiro, mostrando también tu interés por un próximo encuentro. Si además vuestra relación se puede convertir en una relación de pareja, tendreis muchas otras oportunidades para compensar la cuenta.